martes, 14 de febrero de 2012

Por puro amor - Mabel Albalá

El día se levantó tan turbado como ella. Le dolía tremendamente la cabeza, pero sobre todo el estómago... ¡Oh, maldito estómago! Se sentía pesadísima, como si hubiese engullido más de lo que se podía permitir.

Lo había vuelto a hacer ¿Por qué? ¿Por qué se había dejado llevar de esa manera tan estúpida? Sentía que se la llevaban los demonios. Se supone que estaba en su naturaleza comportarse así, pero lo odiaba... Se odiaba a sí misma simplemente por ser quien era.

Estaba condenada a vagar sola de por vida, sin nadie con quien compartir su corazón, sin nadie a quien amar y sin nadie que la amase. Y lo peor es que tenía tanto amor guardado en su interior que incluso le dolía.

Sí, es cierto, más de una vez se había enamorado, y no sólo eso, muchos se habían enamorado perdidamente de ella, pero todos habían acabado igual. Aún tenía el sabor del último amante en sus labios. Había sido perfecto. Él había sido de entre todos el más romántico, el más dulce, con quien mejor se había entendido y el único que había pronunciado un «te quiero».

–¿Me juras amor eterno? –le había preguntado él en el lecho.

Ella le había mirado con los ojos, sus enormes ojos, anegados en lágrimas.

–Ojalá pudiera hacerlo –le había confesado con la voz compungida– pero no está en mi
naturaleza... Lo siento –añadió sin poder ocultar su pena.

¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué, por qué? Aún sentía su cuerpo en su interior. Aún podía oír sus gritos de lamento ¿Por qué, por qué? Mientras acababa con él, se sentía caer precipitadamente en un abismo, devorada por la miseria ¿Por qué, por qué? El corazón le dolía, más que la cabeza, más que el mismo estómago ¿Por qué, por que? ¿...Por qué siempre era el mismo final? ¿Por qué algún día no era ella la víctima? ...Si al menos pudiera tener hijos para darles todo el cariño que llevaba dentro, pero su vientre estaba tan seco como su propia alma.

¡Qué curioso nombre le había otorgado Dios! Era como una broma de mal gusto: Mantis Religiosa, ¡ja! ¿Se supone que debía lealtad a su Creador? ...No, no, de eso nada. Le odiaba. ¡Qué ironía!, odiaba al único ser capaz de quererla por siempre. Pero si en verdad Él era todo bondad, ¿por qué había hecho de ella una asesina?

...Por amor... por puro amor.

Maribel Albalá

IMPRIME ESTE POST

1 comentario:

✖☠✖[үαη вεηιηgвσяσυgн]✖☠✖ dijo...

Wow muy buena historia. Mi pregunta es, si ella llevaba tanto amor en su interior y deseaba al menos tener hijos para exteriorizarlo, porque su alma estaba seca? es lo que no entendí de la historia, podría ser amargura, ahí sí lo entendería. Excelente, refleja una realidad palpable. Muchas personas cada vez solo piensan en sí mismos, en ser egoístas, como puede estar ocurriéndole al chico que ella pensó que le juraría amor eterno, se dejaba llevar por el momento, y eso es bueno, pero también es malo para una persona como ella, con la necesidad pura de sentirse amada, valorada y apreciada por al menos alguien en este mundo. Mantis Religiosa... uff...