Un erudito extranjero y su séquito pasaban por Aksehir. El académico pidió hablar con la persona más sabia de la ciudad. Por supuesto, la gente del pueblo llamó inmediatamente al maestro Nasrudin. El sabio extranjero no hablaba turco y nuestro maestro no hablaba ninguna lengua extranjera, por lo que los dos hombres sabios tuvieron que comunicarse con signos, mientras los demás miraban fascinados.
El extranjero, utilizando un palo, dibujó un gran círculo en la arena. El maestro Nasrudin tomó el palo y dividió el círculo en dos partes. Esta vez, el extranjero trazó una línea perpendicular a la que había dibujado el maestro y el círculo quedó dividido en cuatro. Hizo un gesto para indicar en primer lugar las tres cuartas partes del círculo, y después señaló la cuarta parte restante. Como respuesta, Nasrudin hizo un movimiento de agitación con el palo sobre los cuatro cuartos. A continuación, el extranjero formó un cuenco uniendo sus manos con las palmas hacia arriba, y movió los dedos. Nasrudin respondió haciendo también un cuenco con las manos con las palmas hacia abajo y moviendo los dedos.
Cuando terminó la reunión, los miembros de la comitiva del científico extranjero le preguntaron de qué habían hablado.
`El maestro Nasrudin es un hombre realmente sabio." dijo. `Le dije que la tierra era redonda y me dijo que había un ecuador en el centro de la misma. Le dije que las tres cuartas partes de la tierra eran agua y una cuarta parte era tierra. Dijo que había corrientes y vientos. Le dije que las aguas se calientan, se evaporan y se mueven hacia el cielo, a lo que contestó que después se enfrían y descienden en forma de lluvia."
El pueblo de Aksehir también sentía curiosidad por saber cómo fue el encuentro. Se reunieron en torno al maestro.
`Este extranjero tiene buen gusto", comenzó a explicar Nasrudin. `Me dijo que le gustaría que trajeran una gran bandeja de baklava. Le dije que sólo podría comer la mitad de ella. Dijo que el jarabe se debería hacer con tres partes de azúcar y una parte de miel. Estuve de acuerdo, y le dije que los ingredientes tenían que mezclarse bien. A continuación sugirió que debía cocerse a fuego vivo. Y yo añadí que deberíamos echar nueces trituradas por encima."
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