lunes, 21 de mayo de 2012

Los gitanos y el noble


Un rico y poderoso noble estaba un día recorriendo sus vastos territorios. Le vieron desde lejos cuatro zíngaros y al darse cuenta de que iba solo y ambicionando los magníficos caballos que tiraban del carruaje, decidieron arrebatárselos. Cuando el carruaje llegó a su altura, se cruzaron en el camino, se quitaron respetuosamente los sombreros, se inclinaron ante él y uno de ellos empezó a hablar: “¡Oh! Qué felices estamos de tener la oportunidad de presentarnos ante vos. ¡Oh, graciosa señoría, nuestra más profunda gratitud por las nobles acciones y las numerosas muestras de amabilidad que su difunto y generoso padre solía prodigarnos! Puesto que no poseemos nada de valor que ofrecerle, permítanos que seamos nosotros mismos quienes tiremos de vuestro carro y os llevemos de vuelta a casa.” El sorprendido noble, orgulloso de las buenas acciones de su padre accedió gustoso a tan inusual muestra de cortesía. Entonces dos de los gitanos desengancharon los caballos, se colocaron los arneses y arrastraron el carruaje a una cierta distancia. De pronto, se soltaron y echaron a correr hacia los otros dos, que ya huían con los caballos. 



Relato extraído de "Hero Tales and Legends of the Serbians", recopilación de Woislav M. Petrovitch publicada en Londres en 1914. El libro completo se puede obtener en formato electrónico a través de The Project Gutenberg.

Traducción: Mayte Sánchez Sempere

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