jueves, 22 de enero de 2009

Imparable Diarrea


Era una mala noche por no poder tomar alcohol por las pastillas que recetó la doctora contra la imparable diarrea que venía siguiendome por una semana: desidratación, mareo, vómito, cuerpo cortado, mierda en los calzones... Pareces una embarazada pariendo cagada, me dijo entre riendo la puta que había tomado mi habitación como suya sin dejar de fumar cigarrillos desde hacía un par de meses.

Tratando de aliviar un dolor de cabeza insoportable tomé cuatro aspirinas. Salí de la habitación y caminé por la cocina tratando de encontrar algo, cualquier cosa (...por el simple hecho de salir del cuarto donde fumaba sin parar la puta esa...), pero no pude evitar ver las botellas de whiskey a medio tomar sobre la mesa de noche: resagos de una semana desecha y acabada en posición religiosa frente al escusado. Con las compresas de antibiótico dentro, pensé que me podría caer bien y hacerme sentir mejor un trago.

Agarré la primera botella de whiskey que ví y dí el primer sorbo de la noche, pensando en regresar a mi habitación a quitarle los cigarrillos a la puta que los fumaba sin parar en mi cama, y decirle que se largara de una vez por todas de mi vida—después del segundo vaso.


Txus (Jesus F. Galaz Duarte)
www.ciudadsomnolienta.blogspot.com

No hay comentarios: