Dos meses después, el 22 de Febrero, la jarlesa Fœdora de Kimi dio a luz un niño.
El niño tenía los ojos negros.
Magno, con ser tan feroz, no se atrevió a matar a una mujer moribunda, ni a arrebatarle el hijo que estrechaba convulsivamente entre sus brazos:
-Os mataré después... -dijo a la madre-. Os mataré a los dos cuando estés buena. ¡Es la última prueba de amor que puedo darte!
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